martes, 9 de abril de 2024

COLONIAS ESCOLARES DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA - COLONIA Nº 14 VILLA JAVIER - ORITO - MONFORTE DEL CID - ALICANTE

 

Esta colonia de niños se encuentra ubicada en la pedanía de Orito (Monforte del Cid) .

Compuesta por 38 niños y 7 adultos. El responsable de esta colonia fue José Marqués Fenollosa(1)



























(1)De las negras bombas a las doradas naranjas. Colonias escolares 1936-1939 de Cristina escrivá Moscardo y Rafael Maestre Marín                                                                                                            (2) dibujos de los niños depositados en la Biblioteca Nacional de España



lunes, 25 de marzo de 2024

ESPACIOS DE LA MEMORIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA - BOMBARDEO DE BENIDORM - ALICANTE

 

Benidorm formaba parte de la DECA o Defensa Especial Contra Aeronaves, una red de observatorios que abarcaba todo el litoral de la provincia de Alicante. Esos observatorios debían vigilar el mar para detectar los posibles aviones enemigos. En caso de avistamiento se notificaba inmediatamente al centro de coordinación de la defensa antiaérea en Alicante. Debía indicarse la hora, el lugar del avistamiento y el rumbo que llevaban. A partir de ese momento el sistema se ponía en marcha: aviones para interceptarlos, artillería antiaérea, alarmas para que la población civil buscara los refugios, etc.El observatorio de Benidorm estaba en el campanario de la iglesia y el sacristán, con unos prismáticos, era el encargado de escrutar el horizonte buscando aviones. Tuvo que ver muchos porque las incursiones italianas fueron muy numerosas. Pero casi siempre pasaban de largo porque sus objetivos eran las ciudades y puntos estratégicos.                                         



El día 29 de marzo de 1939 Benidorm sufrió un bombardeo aéreo que ocasionó heridos y muertos. El ataque se produjo de noche, a las 00:15 horas. El avión no fue interceptado porque la aviación republicana ya no actuaba y es posible que ni siquiera fuera avistado por el sacristán a causa de la oscuridad. La sorpresa fue total.                Si Benidorm no tenía objetivos estratégicos ni interés militar alguno ¿por qué se produjo ese bombardeo cuando faltaban sólo tres días para el final oficial de la guerra? Además la guerra estaba ya acabada y el ejército republicano ya no combatía. Lo único que esperaban sus efectivos era poder huir al extranjero para no sufrir la cárcel y la represión del bando vencedor.                    

Tal como contó el escritor Max Aub, el día 28 de marzo largas caravanas de vehículos circulaban por la carretera nacional desde Valencia hasta Alicante. Una carretera que atravesaba el pueblo de Benidorm por la calle que hoy se denomina Paseo de la Carretera pero que entonces se denominaba Marqués de Comillas. A cierta distancia del final de esa calle, justo enfrente del actual edificio Marina San Pedro, había un puente sobre el barranco de la Foia del Bol. Seguramente ese puente era el objetivo de la aviación porque se pretendía cortar la carretera a Alicante impidiendo a los republicanos que huyeran al extranjero. Sin embargo la aviación no destruyó dicho puente sino las dos últimas casas de la calle Marqués de Comillas ocasionando la muerte de 2 personas, 7 heridos leves y 1 grave.     



Durante 1937 y 1938 las ciudades alicantinas más castigadas  por las bombas italianas fueron Alicante y Alcoy, con un saldo muy elevado de víctimas civiles. Eran dos ciudades importantes por su número de habitantes y por ser centros industriales y de comunicaciones. Los bombardeos de la Italia fascista se centraron en ellas y además de destruir infraestructuras se buscó en muchos casos desmoralizar a la población civil. 

  
Información procedente del libro de Francisco Amillo Alegre “La Segunda República y la Guerra Civil en Benidorm (1931 - 1939)

               


 


 


AERÓDROMO DE VILAFAMÉS, CASTELLÓN

 

El aeródromo de Vilafamés se hallaba en la zona noreste del municipio, en terrenos agrícolas de la partida rural de Els Ciscars, situado junto a la antigua carretera a la Vall d’Alba en una zona de terreno llano arcilloso conocida como el Pla de Vilafamés y situada entre cadenas montañosas que lo resguardaban de los vientos dominantes y lo ocultaban de los posibles reconocimientos aéreos enemigos a baja altura.

                                                                     











Sus límites este y oeste eran los propios caminos existentes en la zona, mientras que los límites norte y sur los marcaban los barrancos de Cabanes y de la Pobla respectivamente.

El aeródromo se debió construir en la primavera de 1937, posiblemente entre junio y julio, y para su edificación se empleó a población civil, fundamentalmente vecinos de la población o cercanías y refugiados procedentes del frente.

                                                                            

                                                      

                                                                                  




Su primer vuelo de pruebas se realizó el 1 de agosto de 1937.

Formó parte de los aeródromos asignados a la 4.ª Región Aérea, y dentro de ésta, al 3.er Sector Aéreo, aunque posteriormente pasó al 4.º Sector, permaneciendo en poder gubernamental desde sus inicios hasta el día 12 de junio de 1938, cuando las tropas franquistas de la IV División de Navarra, que avanzaban en dirección Norte-Sur hacia la Sierra de Espadán, llegaron a la población de Vilafamés. A partir del día 14 de junio, las instalaciones del campo de aviación fueron asignadas a la Legión Cóndor, que se basó en ellas hasta julio de 1938; con el comienzo de la Batalla del Ebro (25 de julio) y la movilización de efectivos a este frente, el aeródromo de Vilafamés fue abandonado definitivamente.

En 1940, acabada ya la guerra, los terrenos en los que se hallaba el campo fueron devueltos a sus antiguos dueños. Al ponerse de nuevo en cultivo, los vestigios y límites del campo se fueron perdiendo progresivamente hasta la actualidad.

                                                                           



































Entre 2017 y principios de 2018 el ayuntamiento de la localidad promovió un proyecto de puesta en valor de los vestigios aún conservados del aeródromo. Dicha iniciativa, que ha contado con el trabajo de arqueólogos y especialistas en historia militar, ha dado como resultado la creación de un gran espacio al aire libre concebido como un museo, en el cual se puede comprender mejor el desarrollo de la guerra aérea en Levante y la historia de la aviación española, visitando los propios restos del campo. Entre los restos conservados se encuentran varias zonas de trincheras transitables, un barracón de cocinas, la torre de telecomunicaciones, el refugio antiaéreo del Estado Mayor, un refugio elemental, un polvorín, etc. A estos se le suman los perfiles a tamaño real de un piloto de la Legión Cóndor y un Polikarpov I-15 o una placa de homenaje, entre otros. 

                                                                          


                                                                          

                                                                          

                                                                            

                                                                           

                                                                          


Además también hay publicado un libro sobre el aeródromo de los autores Carlos Mallench, Blas Vicente, Jose F. Albelda y Josep J. Mirallés, “El aeródromo militar de Vilafamés”

Información procedente de.

Paneles informativos del aeródromo mucealizado de Vilafamés,

castellónplaza